Estos cupcakes son una opción dulce y suave, con una masa esponjosa que incluye trocitos de fresa. El glaseado cremoso, con su tono rosado y sabor frutal, los convierte en un postre llamativo y muy tentador para compartir en cualquier momento.

Para los cupcakes:
- 1 ½ tazas de harina común
- 2 cucharaditas de polvo para hornear
- ½ cucharadita de sal fina
- ½ taza de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- 1 taza de azúcar
- 3 claras de huevo grandes
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- ½ taza de leche entera
- 10 a 12 fresas, sin hojas

Para el glaseado de crema y fresa:
- 1 taza de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- 4 ½ tazas de azúcar impalpable
- ¼ taza de leche entera o deslactosada
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 taza de fresas deshidratadas

1. Prepará los cupcakes:
Precalentá el horno a 180 °C y colocá los moldas de papel en una bandeja para 12 cupcakes.
En un bol pequeño, mezclá la harina, el polvo para hornear y la sal.
En otro bol, batí la mantequilla con el azúcar hasta que esté bien cremosa (unos 60 segundos). Agregá las claras y la vainilla, y mezclá hasta que se integren. Incorporá la mezcla de harina y la leche en tres partes, alternando ingredientes secos y líquidos. Mezclá solo hasta que todo se incorpore bien, sin batir de más.
Cortá las fresas frescas en cuadritos muy pequeños y sumalas a la masa con una espátula.
Repartí la mezcla en los moldes, llenando casi hasta el borde. Horneá durante 20 a 22 minutos o hasta que al pinchar con un palillo salga limpio. Dejá enfriar 10 minutos y luego pasalos a una rejilla para que se enfríen por completo.

2. Prepará el glaseado:
En la batidora, batí la mantequilla hasta que esté bien lisa. Sumá el azúcar impalpable, la leche y la vainilla. Comenzá batiendo en velocidad baja hasta integrar, luego subí la velocidad por unos 30 segundos.
Procesá las fresas deshidratadas hasta que se hagan polvo. Podés hacerlo en una procesadora o, si no tenés, metelas en una bolsa plástica y aplastalas con un palo de amasar.
Agregá ese polvo al glaseado y mezclá bien.

3. Decoración:
Una vez que los cupcakes estén completamente fríos, decoralos generosamente con una espátula pequeña o con manga pastelera.

- Asegurate de que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente antes de empezar.
- Si no conseguís fresas deshidratadas, podés usar unas gotas de colorante rojo para lograr el tono rosado.
- No glasees los cupcakes cuando aún estén tibios: el glaseado se puede derretir.
- Para decorar, una manga pastelera o una espátula angulada son tus mejores aliadas.